lunes, 30 de noviembre de 2015

Reparación

—Usted dirá...
—Pues aquí lo tiene —dijo Rebeca poniendo las piezas encima del mostrador.
—¡Hala! —dijo el técnico dejando escapar un silbido nada tranquilizador. —¿Cómo ha ocurrido?
—Quince años de matrimonio y una secretaria de ventipocos.
—Un clásico.
—Sí... ¿Tiene arreglo?
—Por supuesto, pero va a costar mucho.
—¿De cuánto estamos hablando?
—De uno a tres años. Tal vez más.

En la calle, el letrero "Se reparan corazones" parpadeó mientras ella firmaba el presupuesto.

Éste es el relato que no llegó a tiempo de participar en un concurso de microrrelatos del trabajo.  Por lo visto alguna lumbrera decicidió que si el plazo era el 30 de noviembre, todo lo que no hubiese llegado el viernes 27 no concursaría.

Es una pena, y es que yo no tengo la culpa de que me venga la inspiración un domingo por la tarde.  Para que por lo menos alguien lo lea, y también para que quede publicado y por lo tanto invalidado para concurso en cualquier otro certamen, queda aquí publicado. 

2 comentarios:

  1. La verdad que molaban los relatos que hacias. Aun recuerdo el del beso o el de "El quijote de lavapies" y por supuesto mi preferido "Cuento sin moraleja".

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  2. Jo, ¿Significa que este no te gusta? :-P

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